El Curso 2012-2013 ha comenzado.
Ya los alumnos han vuelto a las aulas, los trabajadores a sus puestos de trabajo (los afortunados que tienen), la Diócesis ha programado las actividades del nuevo curso, y hemos dado "pistoletazo" de salida con la eucaristía del pasado Sábado en la Catedral.
Renovar las actividades, los ánimos, enviar a su "misión" a profesores de Religión y Catequistas, iniciar sus labores los nuevos Vicarios, los nuevos Delegados... todo parece ponerse en marcha de nuevo, tras el parón de las vacaciones.
No es que la vida se detenga con el verano, nosotros lo sabemos bien. En verano recibimos a muchos de nuestros misioneros, que retornan temporalmente a visitar a sus familias, arreglar algunos trámites administrativos, y recordarnos que siguen trabajando por el Evangelio. Algunos, los menos, vienen todos los años, otros periódicamente. Los hay que cada dos, tres o cuatro años. Ellos necesitan descansar, nosotros saber de ellos con su presencia, sobre todo sus familiares.
Por eso con el nuevo curso, después de haber estado con ellos, y renovado las ganas, "reanudamos" la actividad en la Delegación de Misiones. Y lo hemos hecho primero haciéndonos presentes en las reuniones de programación de los arciprestazgos, y segundo con la reanudación de nuestros "Jueves de oración con la vida contemplativa". Recordamos, cada último jueves de mes, nos disponemos a rezar Vísperas con cada uno de los cuatro monasterios de vida contemplativa de nuestra Diócesis, y comenzamos en vísperas de nuestra Patrona de las Misiones; Santa Teresita de Lisieux.