“Queridos
niños, llevad a todos el amor de Dios”
Con estas palabras el Santo Padre animaba a los niños el día de Epifanía,
“La Jornada de Infancia Misionera está dedicada a los
niños que se comprometen
por la difusión del Evangelio y para ayudar concretamente a sus coetáneos que
tienen mayores necesidades. Queridos niños, os doy las gracias y os animo:
¡llevad a todos el amor de Dios!”.
En muchas otras ocasiones el Santo Padre ha manifestado su gratitud a la Obra Pontificia de
Infancia Misionera que está presente en 140 países de todo el mundo y que apoya 4.000 proyectos a favor los más pequeños y desfavorecidos del planeta. “Doy las gracias a los niños de la Infancia Misionera
pues son preciosos cooperadores del Evangelio y apóstoles de la solidaridad
cristiana a favor de los más necesitados”.
La Infancia
Misionera es una obra de la Santa Sede creada en el
seno de las Obras Misionales Pontificias con el fin de suscitar en los niños el
deseo de ser misioneros y ayudar a otros niños con la oración y la colaboración económica. El Santo Padre sabe que para cumplir este objetivo es preciso que se
impliquen las familias, los formadores y los animadores misioneros de los niños
por ello también en alguna ocasión Benedicto XVI ha invitado los educadores “a cultivar en los pequeños el espíritu
misionero para que surjan ente ellos misioneros apasionados, testigos de la
ternura de Dios, y anunciadores de su amor”.
Queridos niños: el Santo Padre os anima a ser misioneros, ya que sois
testigos de la ternura de Dios, para vivir con alegría el don de la fe y rezar para
que la luz de Jesús llegue a todos los niños del mundo.