En un clima de fraternidad e ilusión se han desarrollado los días 11 y 12 de septiembre las Jornadas de Voluntarios y Delegados de Misiones de la Región del Duero.
D. Raúl, además de mostrar muy gráficamente el contenido de los cuatro capítulos de la encíclica, incidió en dos aspectos esenciales a tener presentes en cada delegación de misiones: la identidad (tener claro lo que creemos, lo que somos y lo que queremos) y la misión (el anuncio del Evangelio). Nos animó a que los que formamos parte de dichas delegaciones compaginemos en nuestra vida, en nuestra vivencia de la fe y en nuestro trabajo estas dos dimensiones. Destacó también la importancia de que cada delegación cuente con un equipo estable de miembros que lleven a cabo las diversas tareas de animación misionera y de servicio a la diócesis. Por la tarde, luego del almuerzo y de un merecido descanso y paseo por el parque que rodea a la casa de los Misioneros, nos reunimos por grupos para dialogar sobre las enseñanzas que más nos habían llegado al corazón y para intercambiar nuestro parecer acerca de la labor que estamos llevando a cabo desde nuestras delegaciones y descubrir los aspectos que debemos mejorar en nuestro trabajo.
Concluidos los trabajos, nos desplazamos al
monasterio de San Isidro de Dueñas, para rezar, a las 19 h., vísperas con los
monjes del Císter, y a continuación, celebrar la Eucaristía en la capilla donde
se custodia el sepulcro de San Rafael Arnáiz. Sin duda, que para todos resultó
ser una auténtica gracia, poder compartir la oración con la comunidad de monjes
trapenses y participar en la Eucaristía junto a la tumba del Hermano Rafael.
Por la noche, antes de retirarnos a
descansar, Sor Teresa Herrero, misionera comboniana, natural de Ciudad Rodrigo,
nos emocionó narrando algunas de sus vivencias durante cuarenta años en
Esmeraldas (Ecuador), a dónde espera retornar dentro de un año.
En la segunda jornada del encuentro, el jueves, día 12, iniciamos la
mañana con el rezo de laudes, que preparó el grupo de la delegación de Burgos y,
tras el desayuno, dio comienzo el trabajo. D. Isaac nos presentó el material
para la próxima jornada del Domund 2013. Seguidamente, recibimos la visita de
D. Anastasio Gil, director nacional de las OMP, que introdujo la proyección del
vídeo del Domund 2013, “El milagro de Mao”, ambientado en Camboya. En un
segundo momento, D. Anastasio expuso con claridad el organigrama de las cuatro
Obras Misionales Pontificias y los diversos Consejos y Secretariados que
trabajan en España en la labor de animación misionera.
A las 13 h. celebramos la Eucaristía presidida por el Obispo de
Palencia, D. Esteban Escudero, y concelebrada por D. Anastasio y los delegados
diocesanos. La delegación de Salamanca, encargada de preparar la Eucaristía,
nos entregó un “corazón dulce” animándonos a que nuestro corazón se asemeje al
de Cristo, en mansedumbre y humildad.
Con el almuerzo, dábamos por concluidas las jornadas y regresábamos a
nuestros lugares de origen con el propósito renovado de servir a Dios y a su
Iglesia, poniendo todo nuestro empeño en ser agentes activos de la Misión “ad
gentes”.