María es la figura
de la esperanza, de la acogida. Ella está a la escucha, en actitud humilde.
Abrazando a su hijo y aceptando la voluntad de Dios. El ángel le dice que no tema y que esté
alegre.
Ella dijo que sí, ella aceptó la Voluntad
de Dios, desde su humildad, con valentía. Desde la pregunta ¿qué quieres de mí?
Nuestra actitud debe ser la de acoger a
Jesús con la misma alegría y humildad con la que María recibe el anuncio del
ángel. Vivir en la esperanza de
encontrarnos con Jesús que vive dentro de nosotros, en nuestro corazón.
1.
Escucha con humildad.
2.
Acogida interior de la Palabra de
Dios.
3.
Esperanza que nace en nosotros.
Fuente: Adviento Misionero y Catequesis Diocesis Málaga.