D. Anastasio Gil García, director nacional de Obras Misionales Pontificias
Misioneros de diferentes partes del mundo están mostrando su apoyo al Papa | Durante el Pontificado de Benedicto XVI han crecido los territorios de misión | Las Obras Misionales Pontificias dependen directamente de la Santa Sede
La noticia de la renuncia
del Papa ha suscitado en el seno de las Obras misionales Pontificias (OMP) una
oración de acción de gracias a Dios por el don que ha hecho a la Iglesia en la
persona de Benedicto XVI. El director de OMP ha valorado la dimensión
especialmente misionera del Pontificado que culminará el próximo 28 de febrero.
La expansión de la Iglesia se
ha incrementado notablemente en el Pontificado de Benedicto XVI. Por un lado,
han crecido los territorios de misión: de los 1069 territorios que había al
inicio del mismo ahora hay 1103. "Durante su Pontificado nos ha ayudado a
contemplar la universalidad de la Iglesia y nos ha urgido a cooperar
activamente en la evangelización misionera de todo el mundo", afirma
Anastasio Gil, director de OMP.
Por otro lado, la dimensión
misionera no se ha quedado en segundo plano; tal como muestra Gil García:
"Benedicto XVI ha impulsado de manera decidida los otros ámbitos de la
misión como son los sociales y culturales", afirma el director de OMP.
"Cualquier tentación a replegarse sobre sí mismos ha sido claramente
rechazada por Benedicto XVI en sus viajes y documentos".
En su calidad de director
nacional de OMP, Anastasio Gil ha participado cada año de la Audiencia de
clausura de la Asamblea del Consejo Superior de las Obras Misionales
Pontificias. "Sus palabras siempre han marcado nuestro trabajo de
animación y formación misionera durante el año", afirma.
Desde ayer
están llegando a la sede nacional de OMP mensajes de los misioneros españoles
que se encuentran en todas las partes del mundo, expresando su apoyo al Papa.
"Desde esta Iglesia de Marruecos, donde estamos trabajando
cuatro hermanas, le damos gracias a Dios por los años que
ha permitido vivir al Papa al frente de la iglesia",
escribe la hermana María Titos, misionera granadina de las Esclavas de la
Inmaculada Niña.
"Desde una pequeña ciudad, Hikari,
en el mar interior de Japón, nuestras oraciones y nuestro agradecimiento están
con el Papa y reconocemos su serenidad y el valor que ha tenido para hacer la
renuncia siguiendo la inspiración del Espíritu", escribe el jesuita Juan
A. Artillo. "La Iglesia está con él, aunque el periodismo lo enfoque a su
gusto", apostilla este misionero sevillano.
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Para más información: Paula Rivas Chéliz
