Encendiendo la segunda vela descubrimos que vamos avanzando en el camino del Adviento.
Estamos preparando la senda que conduce a la Navidad.Ello supone que tenemos que apartar
corazón.También en la vida de los demás puede haber dificultades que les impiden acoger a Jesús.A nosotros nos toca ayudarles a vencerlas.
El profeta Isaías
nos anima a preparar el camino al Señor. A allanar los senderos que nos
conducen al encuentro con Él. A estar atentos a las señales que nos recomiendan
qué tenemos que arreglar o disponer para su llegada . A arrepentirnos de
nuestros pecados para hacer de nuestro corazón un camino sin baches ni
obstáculos.
Juan el bautista nos anuncia la llegada
del Salvador, Él nos bautiza con el agua, elemento que simboliza la
purificación, y nos anuncia el verdadero bautismo por el fuego del Espíritu.
1. Arrepentimiento de nuestros pecados.
2. Lavar nuestras culpas, limpiar.
3. Hacer más llano el camino para que Dios habite en nosotros.
Nos disponemos a sanear nuestro corazón.
A lavarlo de sus manchas y dejarlo preparado al cambio por el Espíritu.
Una señal
nos indica que estamos en obras. Nuestra actitud es como la de hacer una
mudanza, cambiar lo antiguo por lo nuevo, lo que nos hace tropezar por la senda
llana.
Jesús marca la
historia, AC-DC. También puede cambiar nuestra historia: Antes de
Conocerlo/Después de Conocerlo.
Fuente: Adviento Misionero y Catequesis Diocesis Málaga.
Fuente: Adviento Misionero y Catequesis Diocesis Málaga.