Ayer, 4 de junio dimos por finalizadas las actividades ordinarias de la Delegación de Misiones de Ciudad Rodrigo, y lo hicimos, como otros años, con Eucaristía y Vísperas, en el monasterio del Zarzoso (Hermanas Franciscanas de la Tercera Orden).
Ahora cambiamos de tercio. Época estival, que se llena de encuentros: La Convivencia de los voluntarios de zona en Avila, el Día del Misionero Inter-diocesano en Alba de Tormes, el puesto de mercadillo en el Martes Mayor, las visitas de nuestros misioneros (los que vengan, les esperamos a todos), los cursos y jornadas a los que podamos acudir... Es otro ritmo, pero la misma ilusión.
Pronto comenzaremos a programar actividades para el próximo curso, revisaremos las de este año y continuaremos multiplicando esfuerzos para poder sentirnos dignos "misioneros de retaguardia".
Unas veces mejor y otras peor, pero ayer tocaba celebrarlo.
Tras la Eucaristía con Vísperas, presidida por nuestro Señor Obispo, Don Raúl Berzosa, y concelebrada por los sacerdotes presentes (una bendición de asistencia presbiterial, con nuestro profundo agradecimiento a ellos), lo que todos los años hacemos, una exposición de fotografías de los momentos más tiernos, divertidos, celebrativos, orantes, de todo el curso, que hacen recuerdos y resumen de lo vivido.
Y después una celebración en la mesa, con una merienda compartida entre todos, con las Hermanas que nos acogen siempre con ese espíritu alegre y vivaz, nos ponen la buena música en la eucaristía, el café y las risas del refrigerio compartido.
Todo ello acompañados por una representación de la Delegación hermana de Salamanca, que vino a compartir los momentos con nosotros. Las fotografías que ponemos las ha tomado un voluntario de ellos, Nelson, que las hizo preciosas.
No podemos dejar de dar Gracias por este curso, a todos los Voluntarios, incansables, generosos, activos para todo; al Señor Obispo, que ha compartido todos y cada uno de nuestros momentos, y que tiene siempre sitio para nosotros en su ajetreada agenda, a todos los sacerdotes, religiosas y colaboradores de la Delegación de Misiones, a la Delegación de Salamanca, con la que contamos para todo siempre, pero ante todo, sobre todo, a nuestros Misioneros Civitatenses y la Evangelización que llevan adelante; que son el alma, el fondo y el motivo de la existencia de esta Delegación de misiones.