En esta ocasión, en lugar de explicar cómo fue la actividad, os dejamos el testimonio de una niña que acudió con su flor para participar en este acto.
Compartimos su testimonio, elaborado desde la sencillez de la infancia, esperando que este recuerdo permanezca en esta niña y en todos los que ofrecieron su flor a María.
Añadimos que cada acto presentado por la Delegación, conlleva su correspondiente trabajo pastoral y catequético. Lo contrario sería espectáculo y nuestra labor no va encaminada en esa dirección. Nuestros medios se adaptan a las necesidades de los más pequeños, que serán en un futuro el soporte de nuestra Iglesia. Por este motivo apostamos por ellos y les cedemos el protagonismo.
Agradecemos la presencia de Don Jesús y de los demás sacerdotes que también quisieron hacerse presentes.
Gracias a todos los voluntarios.